El micropréstamo tiene unas características muy específicas que convierten esta fórmula de financiación en la idónea para responder a una falta puntual de liquidez. Si bien cualquier persona puede verse sorprendida por una emergencia que no pueda costear, ¿Quién se enfrenta a esta problemática con mayor frecuencia? Las empresas que conforman la asociación han compartido sus estadísticas actualizadas sobre clientes, con datos del año 2022, para permitir a AEMIP elaborar un perfil ‘tipo’ del solicitante, un ejercicio que ha arrojado una comparación reveladora: los clientes de micropréstamos son un reflejo casi exacto del cotizante medio español.
Según se desprende de la estadística elaborada por AEMIP, el perfil medio del cliente responde a las siguientes características: si lo agrupamos por tramos de edad, el más significativo es el de 31 a 40 años, aunque los tramos de edad anterior (22-30) y posterior (41-50) también representan unos porcentajes no muy inferiores. Cuenta con unos ingresos mensuales que rondan los 1.500 euros, no tiene un estado civil predominante y, en la mitad de los casos, tiene hijos a su cargo.
Asimismo, en el proceso de solicitud suele ser habitual que los solicitantes expresen el destino de esos fondos. En este sentido, los más frecuentes son: imprevistos del hogar (llevar el coche al taller, realizar una reparación a cargo de un técnico o reponer algún electrodoméstico), gastos médicos (dentista, principalmente) y desembolsos relacionados con estudios y con reformas del hogar. Situaciones, en definitiva, que requieren de una inmediatez que otras fuentes de financiación no pueden ofrecer.
Si el perfil le ha resultado familiar es porque muy probablemente describe a alguien de su entorno; no en vano, la situación económica descrita coincide con la que dibujan las estadísticas salariales para una importante parte de la población. Si ordenamos todos los sueldos del grupo tipo anteriormente citado -entre 31 y 40 años, desde el más bajo al más alto, e indicamos qué dato está en el medio, es decir, el sueldo mediano, lo situaríamos en 21.639 euros anuales antes de impuestos. Tras restar cuotas y retenciones (IRPF, Seguridad Social, paro y formación profesional), un cotizante de este grupo percibiría 1.592 euros al mes en doce pagas, correspondiente a un sueldo neto anual de 19.109 euros. Yendo más al detalle, podemos fijarnos también en cuál es el sueldo más común de la serie: el salario más habitual en España se sitúa en 18.502 euros anuales, lo que, para el mismo perfil de trabajador, significaría percibir 1.317 euros al mes, sin extraordinarias. A lo anterior, cabe añadir, que la mitad de estas personas cuentan con hijos a su cargo.
La comparación permite extraer una conclusión muy significativa: quienes solicitan un micropréstamo no son más que los trabajadores medios españoles. Se confirma así uno de los argumentos que lleva defendiendo la asociación desde su nacimiento: los micropréstamos brindan solución a un problema puntual que puede sobrevenir en un momento dado a cualquier ciudadano, no sólo a aquellos que están en una situación de precariedad o vulnerabilidad.
Los micropréstamos no corrigen las fallas salariales del mercado laboral español, no es su función, pero sí ofrecen un alivio a quien necesita hacer frente a un gasto inesperado y carece de ahorros o alternativas. Las empresas asociadas a AEMIP ofrecemos, de forma clara y transparente, una alternativa financiera ante unas circunstancias reales, del día a día, que no son atendidas por la banca tradicional u otros operadores financieros.