¿Qué factores principales determinan el precio de un micropréstamo?

Los micropréstamos son productos financieros que tienen por objeto cubrir un problema puntual de liquidez que puede sobrevenir en un momento dado a cualquier ciudadano. Se trata de un tipo de préstamo muy específico, tanto por su urgencia como por la rapidez con la que se concede. A ello, se añade el riesgo que asumen las empresas que los ofrecen, que no son depositarias y que hacen un uso intensivo de la tecnología para evaluar todas las solicitudes con las máximas garantías en el menor tiempo posible: características que, en consecuencia, influyen en su precio.

Inmediatez e inversión tecnológica

Según datos de AEMIP, la mayoría de los usuarios destinan los fondos otorgados por nuestros asociados a imprevistos del hogar, gastos médicos y desembolsos relacionados con estudios; situaciones que requieren la inmediatez y flexibilidad en la concesión del crédito que otros productos financieros no ofrecen. Esto explica, en gran parte, por qué los micropréstamos son productos altamente demandados en nuestro país.

Para poder dar respuesta a esta demanda, las empresas de micropréstamos asociadas a AEMIP han llevado a cabo una fuerte inversión tecnológica en procesos avanzados y ágiles para ofrecer, de manera responsable y segura, una respuesta rápida a las necesidades de sus clientes. Se trata de entidades que operan verificando solicitudes de crédito a distancia que, si se resuelven positivamente, entregan el dinero al banco del cliente de forma inmediata. Un proceso rápido que inevitablemente encarece la transacción.

Sin embargo, la celeridad con la que suelen otorgarse los micropréstamos no debe interpretarse como un indicador de laxitud. Al contrario, aproximadamente el 70% de las solicitudes de un micropréstamo por parte de nuevos clientes son rechazadas.

En ese sentido, las empresas asociadas a AEMIP cuentan con mecanismos de verificación como modelos de scoring, herramientas de ‘Open Banking’ y ficheros como el de ASNEF y Badexcug. Estas herramientas garantizan una evaluación rigurosa de riesgo y solvencia tanto para clientes como empresas, a la vez que aseguran una agilidad decisoria en la concesión del micropréstamo, sin necesidad de extensos trámites burocráticos o desplazamientos.

Financiación de empresas de micropréstamos

Otra de las diferencias más significativas de los micropréstamos y que también influye en sus precios radica en quién los concede. En España, no existe una reserva de actividad crediticia, por lo que la concesión de crédito no está restringida a bancos y establecimientos financieros de crédito, sino que también puede ser ofrecida libremente por otras empresas, como las que otorgan micropréstamos.

Las empresas asociadas a AEMIP, a diferencia de esas otras entidades de crédito, no son depositarias, de forma que su actividad debe financiarse con fondos propios. Por tanto, mientras que los bancos pueden sufragar sus préstamos a un menor coste a través de depósitos, nuestros asociados financian los suyos con mayor coste a través de sus propios beneficios y financiación externa.

Asimismo, las empresas de micropréstamos asumen directamente el riesgo de impago de los clientes, sin que este pueda redistribuirse entre depositarios y sin la cobertura del Fondo de Garantía de Depósitos. Todo ello, sumado a otros costes adicionales de gestión que deben afrontar las empresas de micropréstamos, se traduce en mayores costes operativos y, por tanto, en proporcionalmente un mayor coste de los micropréstamos.

Diferencias con otros préstamos y por qué la TAE no aplica

Cabe recordar que los micropréstamos son productos con unas características muy distintas a las de los créditos al consumo ordinarios, por su menor importe (entre 50 € y 1.000€) y por su corto plazo de devolución (entre 1 y 2 meses). Sin embargo, contratar un micropréstamo de, por ejemplo, 300€ tiene un coste similar al de suscribir un préstamo de 30.000€, en cuanto a gastos administrativos y costes de servicio. Los micropréstamos generalmente son más caros de comercializar que esos préstamos y, en consecuencia, costarán más en términos porcentuales.

Además, a menudo se comparan los intereses de los micropréstamos usando valores anualizados como la TAE, un indicador que resulta de mayor utilidad al calcular, por ejemplo, el precio de una hipoteca de 150.000€ a 25 años, que el de un micropréstamo de 300 euros a devolver a 30 días.  Por tanto, la TAE resulta útil para comparar productos financieros con un plazo de devolución superior a la anualidad, pero no refleja de manera tan fidedigna la realidad de los micropréstamos como sí hacen indicadores como el interés diario o el coste total del crédito.

Por ello, y tal y como llevamos años pidiendo desde AEMIP, es fundamental que una entidad pública recabe datos sobre los tipos medios aplicados al sector de los micropréstamos en España y publique estadísticas sobre los mismos, redundando en mayor seguridad jurídica para nuestros operadores y más transparencia y confianza para nuestros clientes.

En ausencia de un índice de referencia oficial, desde AEMIP publicamos periódicamente nuestra propia estadística de precios, validada por una firma auditora independiente. Desde el ámbito académico también se ha tratado de llenar este vacío institucional: el informe más reciente, por parte del Centro de Estudios de Consumo (CESCO), institución referente en el ámbito de los derechos de los consumidores adscrita a la Universidad de Castilla-La Mancha, recoge y verifica los tipos medios de los micropréstamos concedidos por nuestros asociados.

Una alternativa de financiación

Es necesario recordar que los micropréstamos tienen como objeto cubrir las necesidades de financiación de una parte significativa de la población a la que la banca tradicional no atiende y a la que, como hemos señalado anteriormente, se le ofrece una solución a un problema puntual de liquidez. Cabe subrayar, sin embargo, que los micropréstamos no se plantean como una forma de financiación regular ni para corregir las limitaciones del mercado laboral. Su objetivo no es otro que el de ofrecer un alivio inmediato a quien necesita hacer frente a un gasto inesperado.

Los micropréstamos son, por tanto, un producto necesario y amparado por un marco regulatorio específico: una vía de financiación segura y legal que, si se cerrase, abocaría a muchos consumidores con las mismas necesidades de financiación a recurrir a otros prestamistas que no están sujetos a ningún tipo de control ni de regulación.

En definitiva, el micropréstamo es un producto con unas características singulares y en cuyo precio influyen múltiples elementos, desde el tipo de empresa que lo concede y la elevada inversión tecnología que permite su comercialización, hasta la propia naturaleza del producto y el fin con el que se otorga. Cada uno de estos factores contribuye a perfilar una solución financiera cada vez más demandada, que nuestros asociados ofrecen con máxima transparencia y un firme compromiso con la protección de nuestros clientes.

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