Con el peso de lo aprendido en los últimos años, es necesario redundar en la importancia de tener un consumo responsable, comenzando por no gastar aquello que no se puede pagar. Si hasta ahora eran los créditos hipotecarios los que colmaban las necesidades crediticias de las familias, el futuro inmediato llama a los créditos de consumo a atender la demanda de dinero de la sociedad. En ese marco de crear una economía con deudas asumibles y con una mayor responsabilidad por el consumo desarrolla su actividad AEMIP, la Asociación Española de Micropréstamos.
Según datos oficiales aportados por el Banco de España, en la actualidad existen más de 400 entidades dedicadas a los micropréstamos, de las cuales solo una quincena están asociadas o adheridas a AEMIP. Ante tal panorama es normal que muchas entidades enmarañen la buena práctica que debe premiar en estos casos. Por parte de AEMIP se editó hace unos años un Código de Buenas Prácticas propuesto a las entidades adheridas y asociadas que busca el consumo responsable por encima de todo. No obstante, nos sentimos ofendidos cuando desde otras entidades se atenta contra los derechos de usuarios, que nosotros nos ocupamos de proteger y velar para que sean respetados dentro de todos los integrantes de la Asociación.
Desmontando falsos mitos sobre los micropréstamos
Una parte del esfuerzo de AEMIP se ve destinado a responder a falsas acusaciones y mentiras que demasiado a menudo se realizan como quien hace un “brindis al sol”. Sin más sustento que meras elucubraciones y sin considerar el trabajo fehaciente de control que realizamos y de marcar pautas responsables de consumo entre nuestros asociados. Irremediablemente nos vemos “salpicados” de las malas artes que utilizan otros para derrotar nuestro hacer.
Publicidad realista y veraz
Las entidades asociadas a AEMIP están sujetas a un código de buenas prácticas, elaborado por la Asociación voluntariamente, y no impuesto como ocurre con la banca tradicional. Este código llama a realizar una publicidad veraz y realista. No se oculta nada.
Bien es cierto que la publicidad a través de Internet, TV, prensa y radio es la manera más efectiva de llegar a nuestros potenciales clientes, especialmente a tenor de que nuestros asociados no tienen oficinas a pie de calle.
En el corto espacio de tiempo o la escasa información que presta un anuncio es difícil hacer llegar todo el contenido en torno a un micropréstamo, pero eso no implica que se oculte información. Siempre, antes de contratar un micropréstamo el usuario conoce los honorarios que deberá abonar y los plazos establecidos.
Honorarios e intereses
El Banco de España obliga a las entidades de crédito a anunciar el tipo de interés que cobran por prestar dinero reflejado en una tasa de referencia anual conocida como TAE. Esta tasa es muy útil cuando se contrata un crédito hipotecario, con un plazo de devolución de veinte o treinta años. Pero resulta del todo inútil y tergiversada cuando el préstamo se ha de devolver en un plazo de semanas. Así, el imperativo legal nos lleva a que los intereses a cobrar aparezcan con cifras de hasta cuatro dígitos, que traducidos a la realidad son en ocasiones menores a lo que cobra un banco.
Las entidades de micropréstamos preferimos hablar de honorarios. Al contratar un micropréstamo con uno de nuestros asociados se indica la cantidad exacta a pagar, incluyendo los honorarios. Cuando se pide poco dinero, como es el caso de los micropréstamos, la cantidad a devolver también es poca, siendo totalmente ilógico extrapolar a valores anuales como un crédito hipotecario.
¿Quién acude a los micropréstamos?
A menudo se eleva la falsa acusación de que nuestros clientes son ciudadanos vulnerables, siendo totalmente falso. Las entidades asociadas a AEMIP publicitan sus productos a todos los usuarios del amplio espectro de la sociedad, sin discriminar en virtud de la renta. Con un añadido que no se tiene en cuenta. Son las personas a quienes los bancos discriminan y niegan los créditos las que en ocasiones solo encuentran recursos dinerarios en las entidades de microcréditos.
Tras realizar el análisis de cada caso son las entidades asociadas a AEMIP las que deciden otorgar o no los micropréstamos. De hecho, no todas las solicitudes son aceptadas. En torno a un tercio de las solicitudes que se reciben se aceptan. El resto se rechaza atendiendo a los diferentes criterios que establecen nuestros asociados y miembros adheridos. Cuestión que no evita que los usuarios acudan a prestamistas particulares sin escrúpulos ni códigos éticos.
Antes de pedir un préstamo infórmese
Desde AEMIP insistimos a los usuarios de micropréstamos que la información sobre el crédito al consumo que solicitan debe ser lo más completa posible. Acudir a entidades de concesión de micropréstamos asociadas o adheridas a AEMIP contribuye a:
- tener la garantía de que la información de su micropréstamo es veraz,
- que su caso es estudiado a conciencia antes de recibir una respuesta,
- que la entidad está acogida a un código ético de actuación y
- que sus derechos como consumidor están protegidos en todo momento.
No deje que le engañen. Solicite su micropréstamo solo a entidades adheridas a AEMIP, las únicas sujetas a un Código de buenas prácticas que protege sus derechos como usuario.