Directiva europea sobre contratos de servicios financieros celebrados a distancia, equilibrio entre la protección del consumidor y el acceso al crédito

El pasado 19 de diciembre 2024, se inició el trámite de consulta pública previa relativa a la transposición de la Directiva (UE) 2023/2673 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de noviembre de 2023, por la que se modifica la Directiva 2011/83/UE en lo relativo a los contratos de servicios financieros celebrados a distancia y se deroga la Directiva 2002/65/CE.

Los estados miembros de la EU tendrán que incorporar las nuevas medidas en su ordenamiento a más tardar antes del 19 de diciembre de 2025 y aplicarlas a partir del 19 de junio de 2026.

La modificación de la normativa responde a la necesidad de actualizar un marco legal que había quedado obsoleto frente a los avances tecnológicos y los cambios en el mercado financiero. La anterior Directiva 2002/65/CE no contemplaba muchos de los desafíos actuales derivados de la digitalización y proliferación de servicios online.

Esta plantea la posibilidad de añadir requisitos adicionales a los actuales en lo referente a la información precontractual, el derecho de desistimiento o periodo de reflexión y las interfaces en línea.

Desde Asociación Española de Micropréstamos (AEMIP) valoramos la Directiva como un paso en la buena dirección, pues ofrece a los ciudadanos más claridad y transparencia en la contratación a distancia, y aporta mayor seguridad jurídica a las entidades.

AEMIP ha podido participar en esta consulta respondiendo a las necesitades de un sector tan característico como el de los micropréstamos, buscando el equilibrio entre la protección del consumidor y el acceso al crédito, y defendiendo la agilidad del mercado sin obviar la transparencia.

Cabe recordar, por último, que el sector de los Micropréstamos cubre las necesidades de liquidez de una parte relevante de la sociedad que tiene dificultades para acceder a la financiación bancaria tradicional. Al mismo tiempo, contribuye significativamente a la innovación tecnológica y genera numerosos puestos de trabajo. Se trata, por lo tanto, de un sector que desde su irrupción ha dinamizado crecientemente el mercado, creando una mayor competencia y diversificación de la oferta en beneficio del consumidor final, así como, representando una parte importante de la actividad económica y cubriendo las necesidades de financiación de una parte significativa de la población que no es atendida por la banca tradicional.

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