Los micropréstamos, al igual que el resto de productos financieros, cuentan con unas características específicas. Las hipotecas, los préstamos personales o los créditos al consumo, por poner algunos ejemplos, responden a unas necesidades específicas en un momento determinado y poseen unos atributos que los hacen idóneos para cada caso. En este sentido, atendiendo a lo que requieren los usuarios, los micropréstamos destacan por su componente de flexibilidad e inmediatez.
Para poder ofrecer estas cualidades, los asociados de AEMIP disponen de diversos mecanismos con los que ponderar una serie de criterios encaminados a evaluar la capacidad de pago de los clientes. Una vez recibida la documentación, se despliegan una serie de herramientas que permiten, primero, identificar al solicitante de forma online, para prevenir el fraude; y segundo, determinar la renta y la capacidad de endeudamiento de cada solicitante.
Para asegurar que la verificación sea lo más ágil y certera posible, las empresas asociadas a AEMIP cuentan con múltiples mecanismos de verificación capaces de realizar un estudio de forma casi inmediata. El sector invierte de forma constante en el desarrollo de sistemas informáticos propios y en la implementación de las herramientas externas más avanzadas con las que ofrecer a los clientes un acceso y una comunicación sencilla e intuitiva y que, a su vez, permita a las entidades comparar miles de datos en cuestión de segundos o minutos. Así, realizamos los análisis de riesgo y solvencia de forma automática y podemos dar al solicitante la respuesta casi inmediata que necesita.
Entre las herramientas internas, cada empresa elabora sus propias matrices estadísticas con las que calculan la capacidad de pago de una persona en base a sus datos personales y financieros: son los denominados ‘modelos de scoring’. ¿Qué criterios se estudian? Si el solicitante dispone de ingresos recurrentes y estabilidad laboral y no tiene pagos pendientes o deudas frente a terceros que puedan impedir el pago del préstamo. También se consultan para este fin plataformas de terceros, entre las que destacan los bureaus de crédito externos, principalmente Asnef y Badexcug.
Complementariamente, desde hace unos años, numerosas empresas emplean herramientas de ‘Open banking’ o banca abierta, que permiten intercambiar la información financiera del cliente, siempre previo consentimiento por su parte. De esta manera, las entidades pueden acceder a ciertos datos bancarios que permiten conocer y validar la solvencia.
A estas herramientas, se suma una verificación adicional: comprobar si el solicitante figura en el Fichero EFICAZ, una base de datos de auto inclusión en la que cualquier persona podrá darse de alta voluntariamente para que se le prohíba la concesión de un préstamo. Esta herramienta, pensada para impedir el sobreendeudamiento de personas con un consumo compulsivo o con problemas de adicción, está suscrita por todas las empresas de AEMIP, que fue una de las asociaciones impulsoras del Fichero, para el que colaboraron diferentes asociaciones y el propio Ministerio de Consumo.
Todo, para aportar las máximas garantías a la evaluación de riesgo y solvencia, un proceso en el que el cliente juega un papel determinante. El hecho de que los usuarios faciliten toda la información y documentación que se les requiera y que ésta sea cierta y esté actualizada agiliza enormemente la concesión. No sólo se gana en tiempo: contar con información veraz optimiza el proceso de evaluación, acabaría por reducir el riesgo que asumen las empresas y, a la postre, redundaría en una mejora de las condiciones que el sector puede ofrecer. De ahí nuestro compromiso por contribuir a crear un clima de confianza entre los usuarios y el sector; así ganamos todos.