Alisa Cevere es la presidenta de la Asociación Española de micropréstamos (AEMIP), una organización que, explica, “representa a las empresas de micropréstamos que trabajan cada día por la profesionalización de este sector en España, por la transparencia y por las prácticas éticas”.
Con más de una decena de empresas asociadas y una década de trabajo a sus espaldas, AEMIP trabaja cada día “Por una estrategia que colabore en el crecimiento y la mejor reputación del sector, impulse prácticas responsables y tienda la mano para establecer relaciones de confianza con instituciones y organizaciones, prensa y ciudadanos, con el firme convencimiento de que solo desde el diálogo podemos construir un marco normativo que aporte certidumbre y claridad”, tal y como declaró Cevere el pasado mes de junio, durante la Asamblea General anual de la asociación.
Aprovechando el arranque del curso lectivo, charlamos con ella sobre las características y los retos a los que deberá hacer frente el sector en los próximos meses.
¿Cuándo y por qué nace AEMIP?
La Asociación Española de Micropréstamos (AEMIP) nació en 2013 con el fin de proteger a los consumidores de micropréstamos, una fórmula de financiación que no ha dejado de ganar popularidad desde entonces, y generar un clima de diálogo y confianza en el sector. Para ello, nos dotamos de un Código de Buenas Prácticas, un conjunto de normas deontológicas que incide sobre los puntos clave de la industria, y que es de obligado cumplimiento para todos los socios de AEMIP. Esto redunda en una relación más transparente entre usuarios y empresas, y en una mejor reputación para el sector.
Por eso, hoy, once años después de la creación de la asociación, estamos muy orgullosos de afirmar que en AEMIP somos un referente para las instituciones, medios de comunicación, empresas del sector y, sobre todo, para los clientes, que saben que contratar un micropréstamo con un socio de AEMIP es garantía de seguridad.
¿En qué debería fijarse un cliente antes de contratar un micropréstamo?
En primer lugar, es recomendable entender que la contratación de cualquier tipo de préstamo es una obligación financiera que conlleva la responsabilidad de realizar pagos en el futuro. Por eso, es esencial que el solicitante realice una autoevaluación exhaustiva de su capacidad financiera, a fin de evitar su sobreendeudamiento y garantizar que los pagos del préstamo sean gestionables sin comprometer su estabilidad económica.
Además, es crucial comparar los productos financieros ofrecidos por distintos proveedores: por un lado, para conocer las condiciones y términos propuestos por diversas empresas, y por otro, para comparar el precio del producto con el precio medio del sector. En el caso de los micropréstamos, no existe ninguna entidad pública que recabe datos sobre los precios de nuestros productos ni publique estadísticas sobre los mismos. Por eso, desde AEMIP elaboramos y publicamos periódicamente un informe de estadística de precios, validado por una firma auditora independiente y verificado por el Centro de Estudios de Consumo (CESCO), institución de referencia en Derecho de Consumo adscrita a la Universidad de Castilla-La Mancha, en el que recogemos los tipos medios de nuestros productos. De esta forma, los clientes tienen datos para valorar y comparar micropréstamos.
También es fundamental asegurarse de que el tipo de producto financiero solicitado encaja con las necesidades particulares que abocan al solicitante a contratar este tipo de servicios. En el caso de los micropréstamos, estos están diseñados para mejorar a corto plazo el flujo de efectivo, ayudando a solucionar un problema puntual de liquidez que permita cubrir en un momento dado los gastos corrientes o imprevistos puntuales de cierta urgencia. Por tanto, no están concebidos como un método de financiación regular.
Mencionaba la necesidad de una mayor educación financiera, que también es una de las principales líneas de trabajo de AEMIP. ¿Por qué es tan importante para ustedes?
En AEMIP consideramos que una educación financiera es indispensable para que los consumidores de cualquier producto financiero tomen decisiones informadas. Cuanta más capacidad de evaluar y comparar productos financieros a su alcance tenga un cliente, más fácilmente podrá optar al crédito que mejor se adapte a sus circunstancias financieras, y más seguro será el sector. Por eso, este punto tiene un puesto predominante en nuestra web, y los asociados de AEMIP trabajan a diario en medidas que reviertan positivamente en este ámbito.
Sin embargo, cabe recordar que, según nuestros datos, el motivo principal por el que un consumidor contrata un micropréstamo nada tiene que ver con su formación financiera, sino que, como decíamos, está relacionado con la necesidad de solucionar un problema puntual que puede sobrevenir en un momento dado a cualquier ciudadano. En ese sentido, es fundamental comprender que los micropréstamos no están diseñados para dar soluciones a medio o largo plazo, sino para ofrecer un alivio inmediato a quien necesita hacer frente a un gasto inesperado.
Y, según esos datos, ¿cuál es el perfil del cliente habitual de micropréstamos?
Acorde con la estadística de AEMIP, elaborada mediante los datos compartidos por las empresas que conforman la asociación, el perfil medio del cliente responde a las siguientes características: agrupado por tramos de edad, el más significativo es el de 31 a 40 años, aunque los tramos de edad anterior (22-30) y posterior (41-50) también representan unos porcentajes no muy inferiores. Asimismo, cuenta con unos ingresos mensuales que rondan los 1.500 euros, no tiene un estado civil predominante y, en la mitad de los casos, tiene hijos a su cargo.
Teniendo en cuenta que el sueldo mediano de un cotizante de entre 31 y 40 años es de 1.592 euros al mes (restando cuotas y retenciones), podemos concluir que quienes solicitan un micropréstamo son los trabajadores medios españoles, que suelen destinarlos a cubrir imprevistos del hogar (llevar el coche al taller, realizar una reparación a cargo de un técnico o reponer algún electrodoméstico), gastos médicos (dentista, principalmente) y desembolsos relacionados con estudios y con reformas del hogar.
Para acabar: ahora que arranca el nuevo curso, ¿cuáles considera que son los principales retos a los que se enfrenta el sector?
A nivel regulatorio, se plantea un curso muy interesante para el sector de los microcréditos. El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa acaba de abrir la consulta pública previa de la Directiva europea de Créditos al Consumo, y desde AEMIP, dada la dilatada trayectoria de nuestros asociados y nuestros amplios conocimientos sobre el sector, presentaremos alegaciones, para que los legisladores regulen adecuadamente el crédito al consumo en nuestro país, adaptándolo a la realidad social y tecnológica actual.
Asimismo, el pasado 19 de marzo el Consejo de Ministros aprobó el Proyecto de Ley para crear la Autoridad Administrativa Independiente de Defensa del Cliente Financiero, que busca establecer un mecanismo efectivo de resolución alternativa de litigios entre los clientes y las entidades financieras, y sobre el que tuvimos la oportunidad, el pasado mes de diciembre durante el trámite de audiencia pública, de participar y trasladar nuestros comentarios. Ambas son normas que, si tienen en cuenta las particularidades de este sector, pueden contribuir a su seguridad y transparencia. Por último, seguiremos trabajando para que los organismos reguladores aborden la necesidad de publicar estadísticas que recojan los tipos medios de nuestro sector, como llevamos tiempo pidiendo desde AEMIP, por la seguridad jurídica que eso otorgaría a los operadores y por lo que, en términos de transparencia, eso supondría para los clientes.